Has de tener la mesura, la fortaleza, el sentido de responsabilidad que adquieren muchos a la vuelta de los años, con la vejez. Alcanzarás todo esto, siendo joven, si no me pierdes el sentido sobrenatural de hijo de Dios: porque El te dará, más que a los ancianos, esas condiciones convenientes para hacer tu labor de apóstol. Camino.


Reseña biográfica de san Josemaría



San Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (España) el 9 de enero de 1902 y murió en Roma, en olor de santidad, el 26 de junio de 1975. Ordenado sacerdote el 28 de marzo de 1925, comenzó su labor pastoral en parroquias rurales; y continuó después en las barriadas pobres y hospitales de Madrid y entre estudiantes universitarios. El 2 de octubre de 1928 fundó el Opus Dei, contando desde el principio con la aprobación de la autoridad diocesana; y desde 1943 también con la aprobación de la Santa Sede, que ha erigido el Opus Dei como Prelatura personal, el 28 de noviembre de 1982. A partir de 1928, la vida de Mons. Escrivá de Balaguer coincide con la historia y el desarrollo del Opus Dei. Cuando falleció, dejó el Opus Dei extendido por los cinco conti nentes, con más de 60.000 miembros de más de 80 nacionalidades. San Josemaría Escrivá de Balaguer era Doctor en Derecho por la Universidad de Madrid, Doctor en Teología por la Universidad del Laterano (Roma), Doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza, Gran Canciller de las Univers idades de Navarra (Pamplona, España) y Piura (Perú). Fue también Superior del Seminario de San Francisco de Paula, de Zaragoza, profesor de Ética General y Moral Profesional en la Escuela de Periodismo de Madrid y Profesor de Derecho Canónico y de Derecho Romano en Zaragoza y en Madrid. Prelado de Honor de Su Santidad y miembro de la Pontificia Academia Romana de Teología, trabajó como Consultor de la Sagrada Congregación de Seminarios y Univ ersidades y de la Comisión Pontificia para la interpretación auténtica del Código de Derecho Canónico. Entre sus escritos publicados se cuentan, además de diversos estudios históricos, teológicos y jurídicos, como La Abadesa de las Huelgas, libros de espiritualidad que han sido traducidos a numerosos idiomas: Camino, Santo Rosario, Es Cristo que pasa, Amigos de Dios, Vía Crucis, Surco, Forja. Recogiendo algunas de las entre vistas concedidas a la prensa se ha publicado el libro Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer. Desde 1946 residió establemente en Roma. Su cuerpo reposa en la Cripta de la iglesia pre laticia de Santa María de la Paz, en la sede cen tral de la Prelatura en Roma, continuamente acompañado por la oración y el agradecimiento de las numerosas personas de todo el mundo que se han acercado a Dios atraídas por el ejemplo y las enseñanzas del Fundador del Opus Dei.La fama de santidad de que ya gozó en vida se ha ido luego extendiendo, después de su muer te, por todos los rincones de la tierra, como lo ponen de manifiesto los abundantes testimonios de favores espirituales y materiales, que se atri buyen a la intercesión del Fundador del Opus Dei; entre ellos, algunas curaciones médicamente inexplicables. Han sido también numerosísimas las cartas provenientes de los cinco continentes, entre las que se cuentan las de 69 Cardenales y cerca de mil trescientos Obispos -más de un tercio del episcopado mundial-, pidiendo al Papa la apertura de la Causa de Beatificación y Canonización de Mons. Escrivá de Balaguer. La Sagrada Congregación para las Causas de los Santos concedió el 30 de enero de 1981 el nihil obstat para la apertura de la Causa, Juan Pablo II lo ratificó el día 5 de febrero de 1981; el Decreto de introducción de la Causa fue emanado por el Card. Vicario de la diócesis de Roma con fecha 19 de febrero de 1981, y el acto de apertura de] Proceso tuvo lugar en Roma el 12 de mayo de 1981.El 17 de mayo de 1992 fue declarado Beato. El proceso siguió con la aprobación de un segundo milagro, la curación de una dermatitis en la persona de un médico traumatólogo adquirida como consecuencia de su trabajo bajo las radiaciones de Rayos X. Una vez aprobado el milagro se celebró la ceremonia de canonización (6 de octubre de 2002) presidida por Juan Pablo II en la que se le incluyó en el catálogo de los santos fue establecida como fecha de su festividad el 26 de junio, día de su marcha al cielo.